Capítulo 14
+15 BONUS
El salón de la clase número uno se ubicaba en el sexto piso. El edificio contaba con elevadores divididos
para estudiantes y profesores.
En la preparatoria Aurora, no se establecían clases antes de las nueve, permitiendo así que los
estudiantes llegaran a la escuela un poco más tarde.
Cuando Luna llegó a su respectivo salón, dentro de los compañeros de clase se encontraban unos
conocidos, al igual que otros extraños. Solo conocía los nombres de unos pocos.
Cuando sono el timbre para el inicio de las clases, Luna se apresuró a tomar asiento de acuerdo con su
memoria. Sin embargo, antes de que pudiera acomodar bien su mochila, percibió varias miradas de
sorpresa y escuchó murmullos.
-¡Ese el asiento de Sergio! ¿Cómo carajos se atreve a sentarse ahí?
-¿Acaso perdió la memoria?
¿Qué? ¿Sergio Sánchez?
Luna examinó un poco el escritorio, tan impecable que no había ni un libro sobre él. Se levantó,
inmediatamente con sorpresa. ¿Cómo era posible que este fuera el asiento de Sergio? ¡Recordaba
claramente que siempre se sentaba en la penúltima fila!
¿Acaso ese realmente no era su asiento?
Justo en ese momento, Sergio apareció en la puerta perezosamente, con el uniforme desaliñado y la
corbata mal anudada.
Se detuvo allí muy lentamente con su mochila colgada en su hombro derecho, mirando a Luna con una
mezcla de arrogancia y frialdad. Su mirada era tan qué producía escalofríos con solo verlo a los ojos.
Detrás de Sergio, estaban sus dos “leales compinches”: Luis Rivas y Bruno Herrera.
En realidad, Sergio era el archienemigo de Luna. Al mismo tiempo, era un brabucón en la preparatoria
que sólo hacía lo que le parecía. Luna no quería tener ninguna relación con ese sujeto. Por lo general,
solía ser Sergio quien siempre le causaba problemas. Lo hacía simplemente porque Luna no le agradaba,
una razón muy sencilla.
Luna vio que Ana le hacía un gesto, señalándole el asiento en la última fila junto a la ventana. Solo ahora
entendió que habia habido un cambio de asientos durante su ausencia.
Luna respiró profundamente para calmarse y se trasladó tranquilamente a su nuevo asiento.
+15 BONUS
Sin embargo, ese bastardo de Sergio no estaba dispuesto a pasar por alto ese pequeño asunto. Se
acercó a su asiento y pateó el escritorio. Todo el escritorio “voló” hacia la parte trasera del salón.
Todos los estudiantes que estaban en el salón se asustaron muchísimo por el ruido, especialmente los
que estaban más cerca.
Sergio, apenas llegas al salón, ¿y ya te vas? -preguntó Luis.
Bruno le dio palmaditas en el hombro a Luis y respondió:
-Aparentemente, solo no quiere verla.
Al escucharlo, Luis se acercó al asiento de Luna y también dio una patada al escritorio, mientras
insultaba:
-¡Maldita! ¿Por qué no te quedas en casa y no regreses a la escuela? Espera que, después de graduarme
de la universidad, ¡investigaré a toda la familia García para enviarte a ti y a tu papá a la cárcel! ¡Prepárate
para pasar el resto de tu vida en prisión junto a tu delincuente padre!
Dicho esto, ajustó un poco su corbata con arrogancia y desdén.
Luna no le hizo caso, solo levantó la cabeza y observó con sus hermosos ojos a las dos personas que se
encontraban frente a ella.
Luis se atrevió a decir esas palabras arrogantes, porque su padre era el jefe de la oficina de
Investigaciones Penales. Este hombre tenía una actitud dura, incluso Miguel no sabía cómo tratar con él.
Durante estos años, la familia Rivas siempre había estado al pendiente de los asuntos relacionados con
la familia García. Una vez que obtuvieran evidencia o pruebas en contra de Miguel, destruirán todo el
poder que tiene la familia García en la ciudad.
Hasta Brunos, criado en una familia con una larga historia en el campo de la abogacía. Su padre era un
juez conocido a nivel internacional, mientras que su madre era una abogada con una excelente
reputación en la industria. ¡Ambas personas parecían destinadas a enfrentarse a Luna!
Sin embargo, ante las amenazantes palabras de Luis, Luna no mostró ningún miedo e incluso afirmó en
señal de acuerdo:
-¡Perfecto! ¡Tienes una gran meta en mente! También creo que Miguel es un completo idiota. Tengo mis
ojos puestos en ti, jasí que esfuerzate por alcanzar esa meta!
Luis se sorprendió por un momento, pero luego su rostro se ensombreció por la ira. Incapaz de encontrar
palabras para contradecirla, simplemente la señaló con el dedo…
Bruno notó que Sergio casi había desaparecido de su vista y se apresuró a agarrar la muñeca de Luis:
+15 BONUS
Estas tres personas siempre faltaban a clase y los profesores no tenían una solución efectiva. Aunque se
habia informado a sus padres, la situación seguia igual, por lo que decidieron adoptar una actitud sutil de
dejarlos hacer lo que quisieran.
En realidad, según los resultados académicos, la clase seis era la mejor en los seis grados, mientras que
la clase uno era la peor. Todas las élites estaban en la clase seis.
En su vida anterior, Luna nunca entendió por qué Sergio siempre la trataba con tanta hostilidad. Desde el
comienzo del semestre, ella había evitado causar problemas a los demás, pero si alguien la provocaba
sin motivo, ella no se quedaba callada.
Por lo tanto, en la opinión de los demás, ella tenía el mismo mal temperamento que Sergio.
Sin embargo, luego de ese terrible incidente, su drástico cambio de actitud era muy positivo para Luna; ya no era la misma muchacha impulsiva de antes. Había dejado atrás su mal genio y sus actitudes
hostiles.
La primera clase era de matemáticas y Luna sacó su examen, dándose cuenta de que solo había
obtenido una “F”
Pero que mal lo he hecho… -pensó.
Al leer las preguntas con calma, se dio cuenta de que no eran tan difíciles y que podía resolver muchas
de ellas. Sacó su bolígrafo y comenzó a trabajar en estas. Al terminar, miró el pobre escritorio de Sergio
en el suelo y pensó para sí misma: Tendría una oportunidad de cambiar de clase en el fin del semestre.
Tenía que esforzarse por mejores resultados en los exámenes finales para obtenerla.
Mientras tanto, también tenía en la mente a qué universidad le gustaría ingresar.