Capítulo 13
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Luna llevaba bien puestecito el uniforme de la prepa, traje negro al estilo británico con zapatos y mochila
de cuero, definitivamente era bastante sofisticado.
Ai otro lado de la calle, había otra preparatoria pública llamada preparatoria pública Astra Luna. También
era una preparatoria con excelentes resultados educativos. Todos los estudiantes que ingresaban a esa
preparatoria eran aquellos con alta capacidad intelectual y con el sueño de convertirse en élites sociales
en el futuro.
Los estudiantes de la preparatoria Aurora tenían condiciones financieras incomparables debido a sus
familias, pero los de la Preparatoria Astra Luna solían venir de familias humildes, por lo que solo podían
avanzar con sus propios esfuerzos.
Debido a las diferentes clases sociales, había constantes conflictos de opiniones entre los dos grupos
de estudiantes.
Justo cuando Luna estaba a punto de ingresar a la escuela, entre varios vehículos negros, divisó un Audi
negro similar al de Andrés que se detuvo frente a la puerta de la Preparatoria Astra Luna. ¿Acaso Andrés
planeaba dejar que Isabel estudiara en la Preparatoria Astra Luna?
Instintivamente, Andrés sintió una mirada cálida desde atrás. Se dio la vuelta y miró en esa dirección,
encontrando a una figura vestida con un traje de uniforme negro. Era alta, delgada, pero con una
suavidad y tranquilidad palpables. Con su cabello recogido en una pulcra cola de caballo, destacaba
incluso entre la multitud.
Luna no esperaba que él mirara atrás, su mirada cautivadora se encontró con la de Andrés, por lo que
solo pudo saludarlo con una afirmación y haciendo un gesto con la mano.
-¡Luna!
De repente, una muchachita gordita, vestida con medias largas negras con gafas y unos libros en mano,
se acercaba corriendo hacia Luna; respirando agitadamente.
-Luna, finalmente has regresado. Me dijeron que estabas enferma estos días. ¿Ya de veras te has
recuperado?
Era Ana Gómez, hija del jefe de la Oficina de Administración Educativa, y compañera de Luna del mismo
grupo
En la Preparatoria Aurora, la identidad de los estudiantes y padres no era secreto alguno.
-Muchas gracias, estoy de maravilla.
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-¿Eh? ¿Hoy no te has maquillado? ¿Y por qué pareces estar tan tranquila hoy? En el pasado, cada vez
que te veía, siempre estabas muy enfadada. Pero ¡hoy me das una sensación completamente diferente! –
se sorprendió mucho Ana.
En el pasado, Luna siempre se maquillaba para llamar la atención de Andrés, pero ahora ya no
necesitaba hacerlo. Ahorraba la molestia y el tiempo, así podía dormir un poco más.
¿Acaso quieres que te regañe para que parezca normal? – preguntó Luna, quedándose sin palabras por
un momento.
Era cierto que Luna había tenido un mal temperamento. No tenía paciencia, estaba acostumbrada a estar
sola, no le gustaba hacer amigos… A los ojos de los demás, era como una persona rara que no podía
integrarse en el grupo.
Ana era la única persona que quería hablar con ella, pero a Luna no le gustaba su carácter suave, por lo
que siempre la ignoraba.
Al escuchar sus palabras, Ana se apresuró a negar agitando la mano:
-No, no. Es que hoy te ves muy rozagante. Y… de veras eres aún más guapa sin maquillaje…
Luna en realidad no tenía una relación cercana con sus compañeros. Después de todo, la familia García
no tenía una buena reputación en la ciudad. Nadie quería involucrarse con los miembros de esta familia,
quienes habían obtenido su riqueza de manera un poco convencional y fraudulenta.
Era cierto que la familia García se había enriquecido utilizando métodos poco éticos. Incluso se podría
decir que habían recurrido a artimañas y trucos sucios. No abandonaron esa forma de “ganarse la vida”
hasta que el gobierno emitió nuevas leyes para combatir la delincuencia. El abuelo de Luna era un jefe
mafioso y actualmente se encontraba en la cárcel.
Sin embargo, aunque la familia García no era tan adinerada como los demás, tampoco poseía influencias
en el gobierno, nadie en la ciudad se atrevía a ofender a los miembros de la familia García, que habían
prosperado en el mundo del crimen.
Por lo tanto, en la opinión de los estudiantes, todos los miembros de la familia Garcia, incluyendo a Luna,
no era nadie fácil de ofender.
Viendo que la figura de Luna se había alejado poco a poco, Andrés recuperó la mirada y echó un vistazo
al reloj, luego le dijo a Isabel:
-Todavía tengo tiempo, entramos juntos.
-¿Era Luna? ¿Estudia en la Preparatoria Aurora? -preguntó Isabel, vestida en un traje de uniforme de
color blanco y azul, peinada con una cola de caballo.
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En comparación en el de Luna, su uniforme era mucho más común. Sin embargo, Isabel lo llevaba con
gran estilo y elegancia. Sus hermosos ojos brillaban, su cuerpo escultural permitía que luciera ese
uniforme con gran clase.
-Si. Si tengo tiempo, te recogeré después de las clases. Te envlaré mensajes al rato -dijo Andrés.
-No pasa nada si no tienes tiempo. Puedo regresar en autobús. Hay estación de autobuses aquí cerca,
no será nada difícil para ml encontrar una. Sé que siempre estás muy ocupado, no quiero ser tu
distracción y causarte problemas.
-Isabel, nunca serás un problema para mí, ¿entiendes? -interrumpió Andrés con su voz ronca y una
actitud seria.
Ellos se deberían tratar como familiares dispuestos a ayudarse siempre entre sí.
Isabel afirmó ligeramente y mostró una sonrisa leve en los labios, luego dijo:
-Hermano, ¡ya lo sé!
-Así que vamos primero a la oficina del director de la escuela para proceder con los trámites del
ingreso dijo Andrés.
-¡De acuerdo!
En realidad, Luna no pudo evitar girar la cabeza y miró atrás. Andrés con su rostro encantador, su
temperamento tranquilo y elegante, su rostro, al aparecer en la escuela, atrajo mucha atención de los
demás. Con la mochila de Isabel en su mano, Andrés entró en la escuela junto a Isabel. Cuando Luna se
dio media vuelta, vio justo esta escena.
No pudo evitar pensar en que, Isabel era realmente la persona más importante para Andrés… Aunque
estaba tan ocupado, había reservado el tiempo para llevarla a la escuela personalmente….
Después de que las dos figuras desaparecieron completamente de su vista, Luna recuperó su mirada y
se dirigió al aula.
Esta vez, Isabela no ingresó en la misma prepa de ella. El cambio había sucedido y ella podria evitar el mismo destino como el de la vida pasada, ¿verdad?
-¿Qué está mirando, Luna? -preguntó Ana.
Ella también dirigió su mirada hacia el mismo sentido, pero solo vio la multitud de estudiantes, nada en
especial,
¿Acaso Luna había visto a algún galán?
Nada, vamos al aula.