CAPÍTULO 15
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SÉ UN PRÍNCIPE DE VERDAD.
Zahida se sumió en sus pensamientos mientras Laya preparaba un conjunto apropiado para el desayuno con Hakim. La conversación con Laya había dejado una marca profunda en su conciencia. Ahora, más que nunca, comprendía la importancia de asumir su identidad y dejar atrás la sombra de Zahida.
Con determinación, se vistió con la ropa elegida por Laya, despidiéndose de la apariencia que había mantenido hasta ahora. El espejo le devolvió la imagen de una mujer fuerte y decidida, lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.
-Estoy a la expectativa, me sonrojaré cuando lo veas después de lo que pasó…
Laya sonrió.
-Demuéstrele seguridad….. y no finja, sea usted misma, olvídese de que alguna vez fue una mártir mi señora
Ella asintió decidida.
-No te lo dije… pero Hakim me dijo ayer que… esta nueva faceta le gustaba más.
Laya se emocionó.
-Espero que traslade sus cosas nuevamente aquí pronto.
Ella afirmó con emoción, y se miró de nuevo en el reflejo y caminó con el mentón alto. Ya no se llamaría en sus pensamientos “Zahida“, ahora era Rania, y se lo acostumbraría a su cerebro.
Por supuesto, una mejor versión de esa mujer, que sabía, no era una buena persona.
Al entrar a la sala de desayuno, donde Hakim la esperaba con gesto serio, ella intentó entrar con una sonrisa,
pero algo la frenó de golpe.
Rania se tensó rápidamente al ver que era el mismo Samir entrando como si tuviese una urgencia.
-Señor… Hakim frunció el ceño y se puso de pie.
-Estoy ocupado, estoy esperando a Rania para desayunar.
-Amerito su atención, señor… estoy es más importante -Rania se tensó. Allí estaba la manera de
despreciar a cualquier persona.
-¿No escuchaste?
-Papá… -Samir se irguió, pero, aun así, no alcanzaba la altura de su padre-. Hay una situación, tal vez por
estar embelesado con el nacimiento del niño, y Rania, que te mantiene ocupado, no te das cuenta……
Hakim le lanzó una mirada dura.
-Samires como si le enviara la primera advertencia.
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-Son los rebeldes saquearon todo un pueblo, y ¿ahora quiere dialogar? ¿Cómo le dijiste, sí, al comisionado?
-Es mi orden.
Rania respiraba con dificultad. La actitud de ambos era como de lucha.
-Sé que no es tu deber ir a negociar, sería…
-Sería estúpido de mi parte, soy el rey de Omán, y tengo unos asuntos más importantes que atender, que darles importancia a los rebeldes. Ahora sal….
-¿Como por ejemplo despreciar a mi madre mientras le das todo a esa mujer…?
Rania pasó un trago..
Hakim se volvió a girar.
-Yassira está aquí solo porque quiere…
-Papá, mi primera esposa es mi prioridad, las segundas esposas solo están para una necesidad, no entiendo
- sé que Rania es bella, pero solo te hace débil. Mira su altanería, su comportamiento de todo este año,
únicamente deja mal el reino, nunca se comparará con mi madre…
Rania tenía el corazón en la garganta y la ira de todos los malos tratos volvió a ella.
-Buenos días… -ella entró, levantó la barbilla, y se atrevió a mirar a Samir con desprecio-. Pensé que desayunaríamos a solas, señor…
Hakim carraspeó, esta vez la actitud de Samir cambió a ella, pese a que Rania ya había escuchado que
estaba hablando pestes de ella.
-Rania volvió a arrojarle esa sonrisa estúpida, que ahora ella detestaba.
Ella pasó de largo a su saludo, y se acercó al rey, pese a su vergüenza, para saludarlo en la boca. Un acto que no debía hacer en público. Sin embargo, su rabia era mucha.
-Vengo escuchando en los pasillos sobre un ataque rebelde… ¿Está todo bien?
Samir se rio como si se burlara de ella.
-Sí, y no, querida… pero estos asuntos no son para mujeres.
-Imagino que te encargarás de ellos, Samir… -Hakim abrió los ojos, y Samir al mismo tiempo.
-¿Qué? -él casi susurró.
-Imagino que irás a negociar, eres el príncipe… -A Samir se le puso el rostro pálido. ¿O tienes miedo?
De forma rápida, él soltó una risa nerviosa..
-Padre, te dejaré a solas…..
-No, ahora que lo pienso, es una buena idea. Siéntate a la mesa.
Rania tenía el corazón en la garganta, pero tenía el rostro perfecto para ocultar su miedo.
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-Sería lo mejor que tú fueras a negociar, le da categoría al asunto -Hakim siguió mientras sirvieron el
desayuno.
-Pero papá…
-Estabas urgido en el tema, de hecho, Rania está siendo partícipe de la idea, y tú acababas de decir que ella
solo retrocedía el reino… -Samir miró a Rania, y ella sonrió para él.
-¿Cómo? ¿Hablabe mal de mí? Wooow…
Samir apretó la mandíbula y negó.
-Bueno, querida Rania, tampoco es que puedas tapar el sol con un dedo.
-Samir, continuemos con tu negociación… -Hakim interrumpió.
-En realidad, es cierto, nadie puede tapar el sol con un dedo, querido hijastro -Rania sónrió-. Los hechos dicen más que las palabras, por eso digo que para que te redimas, debes comenzar siendo un príncipe de
verdad.
<<Golpe bajo>>
Samir apretó la mandíbula, y Rania creyó que se iba a romper los dientes cuando sonrió.
–Es un gesto de valientes, y a así le demostrarás a tu padre que puedes calificar al puesto.
-¡¿Calificar?! -Samir se levantó furioso.
Rania se retrajo un poco recordando el pasado, pero esta vez, hubo alguien que se levantó para ella.
-Nunca más subirás la voz ni gritarás en mi presencia… -Hakim no tuvo que gritar, pero su voz era certera –. Si no te sientes capaz, el ministro, como lo delegué antes, irá es lo que pensé, por ello nunca te lo pedí.
-Papá…
-No olvides tu lugar, Samir.
-Señor… le pido permiso para retirarme, pero también le dejo claro que sí iré a conciliar el problema. Me
haré cargo.
-Debes saber que es peligroso…
Samir estaba aún pálido.
-Aun así, lo haré de todos modos.
Hakim asintió apretando una sonrisa, y luego Samir observó a Rania.
-Más acciones que palabras… -Y Rania le sonrió.
-Espero que lo resuelvas, nos encantaría Samir, que dieras señales de ser un líder de verdad… -El rostro de Samir se agrió y como un niñato consentido, salió dando pataleta por el comedor.
Ella había ganado el primer round, aunque le quedaban muchos. Esperaba que Samir temblara de miedo,
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Hakim observó a Rania cuando se sentó, en el pasado ella nunca fue cuerda para responder, pero ahora tenía sutileza, elegancia, y sobre todo, buenas ideas, nunca vio arder sus ojos de esta manera, y a diferencia de otras veces, ella no estaba defendiendo a Samir, incluso, parecía que se quería vengar de él… (5)