Capítulo544
-Entonces, primero brinda mi hermana- Inés levantó su copa con ambas manos, con sus mejillas
sonrojadas y una expresión sincera. -Brindo por tu pronto ascenso, hermana.
–
-¡Me encanta oír eso de ti, hermanita! – Clara sonrió con los ojos brillantes y vació su copa,
enviándole a Inés un beso volador.
Inés, tímidamente, bajó la mirada, con las mejillas enrojecidas de vergüenza.
-¡Brindemos por Clara! ¡Que todos sus deseos se cumplan! ¡Salud! – los hermanos alzaron sus
copas, disfrutando de la alegría y la calidez de la ocasión.
Clara escuchó el sonido cristalino de los vasos chocando, y sintió las miradas sinceras que la
rodeaban. Se conmovió profundamente y lágrimas de gratitud brillaron en sus ojos.
La cena terminó en un ambiente cálido y conmovedor. Clara y Arturo se abrazaron, pasando de
risas y alegria durante la comida a una despedida emocional con lágrimas en los ojos.
En realidad, el regimiento de Arturo estaba en Cielo Estrellado, no demasiado lejos de allí. Sin
embargo, debido a rango y todas las responsabilidades que consigo llevaba, a veces estaba fuera de
casa durante meses, lo que resultaba muy difíciles encuentros familiares como este.
—Arturo, ¿volverás para el cumpleaños de Luz? – Clara acarició el uniforme de Arturo en el
hombro y luego le colocó su gorra militar.
-Lo siento, Clara- Arturo suspiró con culpa, acarició su mejilla y luego miró a Inés. -Lo siento,
Inés. Por favor, dile a Luz que lo siento mucho.
-No te preocupes, Arturo. Sabemos que estás ocupado y el trabajo es lo más importante- dijo Inés
mientras agitaba las manos.
-Ya tengo el regalo de cumpleaños para Luz preparado. Clara, cuando llegue el momento, te
pediría que se lo entregues de mi parte.
-Está bien, Arturo.
En el estacionamiento subterráneo del hotel, el vehículo blindado del coronel, en el que había
viajado especialmente desde Cielo Estrellado, había estado esperando durante un largo tiempo. Su asistente abrió la puerta del coche con gran respeto, y después de despedirse de su familia, Arturo
subió al vehículo. Bajó la ventanilla y le advirtió a Clara, preocupado:
-No vuelvas a tener ningún contacto con Alejandro, ¿entendido?
-¡Entendido! – Clara levantó sus encantadores ojos brillantes y sus labios rojos, formaron una
suave y delicada expresión, mientras hacía un gesto de sumisión ante Arturo.
Después de despedir a Arturo, Javier y Víctor también tenían que regresar para ocuparse de su trabajo adicional. Clara había bebido lo suficiente y necesitaba descansar, por lo que pidió a Diego
que la llevara a casa.
-Con el mayor gusto señorita, permítame acompañarla- Aarón se adelantó prácticamente sin
pensarlo. Cuidar de la señorita ya se había convertido en su responsabilidad.
-Si tú te vas, ¿quién cuidará entonces a Inés? Ella también ha estado tomando mucho-Clara se
acercó y rodeó la cintura suave de Inés, quien, habiendo bebido, había adquirido una fuerza
། ཆ ་ཌ
inusual. Empujó a su pequeña hermana hacia Aarón.
Inés, que ya estaba un poco medio mareada, fue empujada directamente por su hermana y casi
perdió el equilibrio. Afortunadamente, Aarón reaccionó con rapidez, la sostuvo y la envolvió en su
pecho en un abrazo. Ella confundida, alzó la mirada, mientras que Aarón bajó la suya y fue en ese
corto periodo de segundo que sus miradas se encontraron y sus corazones latieron al mismo
tiempo
