Capítulo499
Hugo sonrió irónicamente y dijo: -Si el cliente me busca y confía en mi, naturalmente haré todo lo
posible para ganar el caso.
-Es interesante-dijo Victor mientras cruzaba una pierna, observando a Hugo como si estuviera
interrogando a un sospechoso. -Solo los ricos y poderosos pueden permitirse contratar al abogado
Hugo. Parece que el umbral para ser tu cliente es bastante alto.
-No es exactamente así. Aunque soy el jefe del bufete, no estoy solo. Hay otros dos accionistas que
deben recibir ganancias y también tengo que mantener a varios abogados bajo mi cargo. Soy una
persona que vive en este mundo y no tengo elección-suspiró Hugo con dificultad.
Diego, Victor y Clara casi se atragantan con la comida después de escuchar estas palabras de
hipocresía. ¿Cómo es posible que haya tanta diferencia entre Hugo y Aarón, siendo ambos hijos del
Enzo?
-Hermano mayor, ahora eres un abogado bastante reconocido en la ciudad de México, y tu fama se
extiende por todo el país-dijo Aarón en un tono frío y misterioso después de mantenerse en
silencio todo el tiempo. -En los casos que has llevado este año, la tarifa más baja que has cobrado
fue de dos millones, y la más alta alcanzó los quince millones. Esto es solo tu propio ingreso, sin
contar la parte que te llevas de tus abogados.
El comedor quedó en silencio de repente.
Julio y Enzo también dejaron de hablar y dirigieron su mirada hacia los más jóvenes.
-Hermano menor, mi ingreso y el de mi bufete son temas privados y no deberían ser mencionados
en una ocasión como esta-dijo Hugo con rigidez, apretando los labios y cubriéndose la cara, donde
ocultaba una herida con maquillaje.
-Solo estoy tratando de decir una cosa: tú, el gran abogado Hugo, no te falta dinero. Incluso has
ahorrado una cantidad, que una persona común no podría gastar en toda su vida-continuó Aarón
con los ojos enrojecidos, riendo suavemente. -Por eso no entiendo, si dejamos de lado el dinero, ¿
qué es lo que te hace aceptar el encargo de Hernández sabiendo que ella es la antítesis de la
señorita Clara?
Todos estaban confundidos.
¿Estaban los dos hermanos realmente a punto de pelearse frente a tantas personas, romperían asi
Esa noche, Clara no le dirigió la mirada a Aarón ni una sola vez.
En este momento, su rostro estaba sombrío, pero de repente levantó la mirada y clavó su
penetrante y fría mirada en su rostro.
Ella sabía que Aarón estaba haciendo esto por ella, pero no quería que lo hiciera de esta manera, y
no lo necesitaba.
-¡Aarón! Si tienes alguna queja en tu corazón, no la expreses ahora. Si tienes algo que decir, dilo
en casa-dijo su hermano menor, Pablo, tirando de él con fuerza debajo de la mesa. Incluso su
frente estaba sudando de nerviosismo.
Aarón mantenía un rostro sereno y tranquilo, sin mostrar ninguna intención de perdonar a Hugo.
Hugo ya no podía controlar su expresión facial, su rostro se veía desencajado.
-¡Aarón! ¡No salgas con esas babosadas aquí! -exclamó Enzo reprendiendo a Aarón en voz baja, luego se dirigió a Julio con una sonrisa irónica. -Lamento mucho esto, Sr. Pérez, es mi falta de disciplina la que ha causado este espectáculo. Me disculpo por la vergüenza que esto le ha
causado.
-No se preocupe-respondió Julio con calma, sonriendo despreocupadamente. -Aarón ha crecido a mi lado desde que era pequeño, siempre ha estado trabajando junto a mi hijo mayor, Diego, y luego ha asistido a Clara. Es un joven con habilidades laborales sobresalientes y un carácter valioso. Me gusta mucho Aarón, siempre lo he considerado como a un hijo propio. Conozco muy bien qué tipo de persona es, así que no me afecta en absoluto.
¿Hijo… propio?
Estas palabras ligeras como una pluma elevaron drásticamente el estatus de Aarón y golpearon duramente el orgullo de Hugo.
