Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria Chapter 466

Capítulo466 

Leona tenía un zumbido en los oídos, como si hubiera sido golpeada por un rayo y quedó 

petrificada en su lugar. 

–Mamá, por favor, ¡ayúdame! ¡Mamá! – Mientras veía cómo los policías arrastraban a su hija fuera, 

Ema abandonó toda apariencia de ser la esposa de un magnate y se adelantó para obstaculizar a 

las autoridades. 

-¡Mi hija es una víctima, ha sido acusada falsamente! ¿Qué tipo de policías son ustedes? ¿Cómo 

pueden arrestar injustamente a una ciudadana ejemplar? ¡Leona! 

Rodrigo observaba fríamente a madre e hija, deseando que la policía actuara rápido y se las llevara. 

-Ema, si no suelta a su hija, la acusaremos de obstrucción a la justicia-el tono de los policías 

hacia Ema era helado. 

-¡Oficial, mi hija ha sido engañada! ¡Es culpa de Jimena! – Ema, entre el shock y la ira, fulminó 

con la mirada a Jimena, llena de odio. 

-¿Qué tiene que ver conmigo? ¡Incluso si falsifiqué el collar, fue solo una infracción y podría haber 

pagado una multa! Pero respecto a revelación de secretos comerciales, ¡nunca estuve involucrada! 

Fue tu hija quien decidió enfrentarse a Clara. 

Las palabras de Jimena cayeron como un rayo, y de repente se llevó las manos a la boca. 

Se dio cuenta de que, en su prisa por desvincularse de Leona, había revelado la cuestión del collar 

falsificado. En ese momento, sintió un escalofrio en la espalda, como si un filo punzante cargado 

de dolor hubiera perforado su pecho. 

Jimena se volvió lentamente y se encontró con la mirada de Rodrigo, llena de una mezcla de enojo, 

sorpresa, frialdad y decepción. 

-¡Rodrigo! ¡Tu hermana no es en absoluto tan inocente y pura como crees! Tiene malas 

intenciones, y no solo me engañó a mí, ¡también te engañó a ti! – el grito lastimero de Leona 

– 

resonó en el patio de la familia Rodríguez. -¡Jimena! ¡No te dejaré salirte con la tuya! ¡No voy a 

dejar que esto pase! ¡Espera y verás! 

-¡Jimena! ¡Ven junto a mamá! – Isabella, aterrorizada por la madre e hija Ema, llamó 

apresuradamente a Jimena. 

–¡Mamá! – Jimena estaba aún atónita, acababa de intentar correr hacia su madre cuando Rodrigo 

la agarró con fuerza del brazo. 

-Hermano mayor- su cuerpo temblaba. 

-Jimena, ¿por qué lo hiciste? ¿Fue solo para vengarte de Clara? – Los ojos de Rodrigo estaban 

enrojecidos por la furia. 

-¡Todo lo que Leona dijo es mentira! 

-¡Sigues tratando de negarlo! 

Rodrigo rugió y apretó los dedos uno a uno, haciendo que Jimena gritara de dolor mientras se 

doblaba. 

-¡Rodrigo, suéltala! ¿Vas a romperle la muñeca a tu hermana? – Isabella corrió hacia ellos en 

pánico, separó a Rodrigo con fuerza y abrazó a su hija, protegiéndola. -¿Por qué no pueden hablar 

civilizadamente? 

-¿Hablar civilizadamente? Le di la oportunidad de hablar civilizadamente, ¿y qué hizo? 

La ira de Rodrigo ardía mientras observaba a Jimena, cuyo rostro angelical, lleno de lágrimas, 

parecía tan inocente como un ángel. 

Un fuerte y agudo dolor retorcía su pecho, extendiéndose por sus terminaciones nerviosas. -Una y 

otra vez, usó mentiras para disfrazar su malicia, incluso se unió a Leona, conspirando juntas para 

perjudicar injustamente a Clara. ¿Qué ha hecho mal Clara? ¿Por qué la lastimas? ¿Solo porque es la 

exesposa de Alejandro? ¿Esa es tu razón para dañarla? 

-¡Basta, Rodrigo! Has visto crecer a Jimena, sabes que es una niña buena y amable. ¿Cómo puedes 

no saberlo? Isabella, desesperada por el amor hacia su hija, continuamente acariciaba la espalda 

temblorosa de Jimena. -Aunque Jimena haya cometido un error momentáneo, fue engañada por 

esa criada de la familia Hernández, ¡fue influenciada por esa mala chica! ¿Cómo puedes hablar así 

de tu hermana? Si esto se difunde, Jimena también será culpada en complicidad. 

-Ella tomó un vuelo privado al extranjero antes de que Leona y Ada Gutiérrez firmaran el contrato. 

Cuando le pregunté a dónde iba, dijo que iba a ver un desfile de moda en Francia. Pero luego 

mandé a Luisana a investigar, y descubrí que no fuiste a Francia en absoluto, ¡sino que fuiste 

secretamente al lugar de falsificaciones! Si estás tan segura de ti misma, ¿por qué ocultaste todo 

esto? 

La voz de Rodrigo era grave como un trueno sordo, su expresión se transformó -Cuando Leona fue llevada, admitiste con tus propias palabras que habías falsificado las joyas ¿Qué más puedes decir en tu defensa? ¡Si tu padre supiera que su querida hija ha caido tan ruinmente estaría muy 

decepcionado! 

-¡Rodrigo! ¿Cómo te atreves a insultar a tu hermana así? – Isabella recordó a su difunto esposo de muchos años atrás, su corazón se llenó de un torbellino de emociones y sus ojos se humedecieron 

y enrojecieron. 

-¡Rodrigo, eres un bastardo! – Jimena, enfurecida y avergonzada, liberó todo su miedo y resentimiento en un torrente de lágrimas y gritos. -Clara me ha humillado una y otra vez ante mi 

hermano, me ha avergonzado frente a todos. ¿Qué está mal si le hago pasar por un poco de 

amargura? ¡Estás reprendiéndome ahora solo para darle una lección a Clara! Solo tienes ojos para 

esa mujer, ¡mi ser como tu hermana ni siquiera importa en tu corazón! 

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