CAPÍTULO 2

Lola

Me desperté sobresaltada cuando sentí agua en mi cuerpo, todavía estaba procesando de dónde podría haber venido el agua cuando sentí un dolor punzante a través de mis mejillas. Abrí los ojos y vi a Aaron, el mejor amigo de Grayson, de pie junto a mí con un cubo en la mano. Debió de tirarme el cubo de agua en la cabeza.

—¡Levántate, zorra!—, me ladró haciéndome levantar rápidamente, casi tropezando con mis pies. Recordé que me había despojado de toda la ropa la noche anterior y me apresuré a cubrirme el cuerpo, ganándome otra bofetada en la mejilla. Caí al suelo, golpeándome la cabeza contra la cama de piedra. Sentí que un líquido pegajoso me resbalaba por la frente y siseé de dolor.

—¿Crees que porque eres la compañera de Gray te tratarían diferente? No eres más que una estúpida don nadie que nunca será reconocida. Freya es nuestra Luna, tú sólo eres una perra desgraciada que morirá sola—, me dijo burlonamente y me pateó repetidamente.

Estoy segura de que mi cuerpo tiene moretones recientes, los que había aún tardan en sanar. Tengo que sacar a Jas y a mí de aquí, moriría a este paso si me niego a hacer algo.

—Tienes mucho que hacer hoy, hoy coronaremos a nuestras nuevas Alfa y Luna y todo tiene que estar totalmente preparado para ello—, me ladró. Asentí dócilmente con la cabeza mientras miraba al suelo.

Me sujetó la barbilla con brusquedad y me obligó a mirarle a los ojos: —Deberías estar agradecida de que haya venido a por ti y no a por Grayson. ¿Intentabas seducir a quien viniera a buscarte? Nadie te querrá, tu cuerpo ni siquiera es atractivo. Aunque estarías bien para aliviar el estrés, patética zorrita—, habló mientras me manoseaba.

Sentí asco y ganas de salirme de la piel cuando me tocó. Se me saltaron las lágrimas, pero no me atreví a contestarle ni a negarme, o me metería en más problemas.

—Sal en 5 minutos, zorra, o habrá consecuencias—, me ladró y me dejó después de abofetearme una vez más. La tortura y el dolor no cesan. Antes éramos amigos y de repente se volvieron contra mí. Me gustaría que parara, no he hecho nada malo.

Sabía que tenía que levantarme antes de que el castigo empeorara, siempre me levanto temprano, debía de estar agotada por lo que pasó ayer. Me levanté, fui al lavabo de la esquina de mi habitación y me lavé la cara y me puse así la bata sucia.

Me recogí el pelo que antes era rubio platino y que ahora es castaño sucio debido a la suciedad que se ha acumulado en él. Nunca he disfrutado de las comodidades básicas desde que me convertí en omega, nada de ropa nueva, sólo me baño una vez a la semana y apenas tengo agua suficiente para lavarme el pelo o incluso para verme remotamente bien. Sólo como las sobras de la manada, a veces ni siquiera me dejan comer. No es una vida que le desearía a nadie, ni siquiera los más pobres de la manada viven así.

Cojeé hasta la cocina, haciendo todo lo posible por evitar a los miembros de la manada para evitar cualquier castigo o insulto adicional esa mañana. Para mi suerte, me encontré con la actual Luna, la madre de Grayson y Freya en la cocina discutiendo sobre ropa y moda.

Nada más entrar en la cocina de la manada, Luna Natalie se abalanzó sobre mí y me ladró órdenes. Freya parecía disfrutar de mi dolor mientras Luna enumeraba lo que debía hacer antes de la coronación de su hijo esta noche.

Asentí con la cabeza y salió de la cocina con Freya detrás de ella, no sin antes derramar —accidentalmente— la bebida que estaba tomando antes de que yo entrara y rompiera el vaso, dejándomelo a mí para que lo limpiara. Suspiré aliviada cuando ambas se fueron sin tocarme, debían estar de buen humor hoy. Me apresuré a lavar los platos utilizados por los miembros de la manada aquella mañana. Mi estómago gruñó al pensar en la comida, no había comido nada desde ayer por la tarde y probablemente no conseguiría comida hasta la noche. Suspiré y seguí con mi trabajo.

El salón de baile de la manada era el siguiente, tenía que dejarlo reluciente de limpio o recibiría una paliza de Luna Natalie. Me puse a limpiarlo y terminé al mediodía. También tuve que limpiar toda la casa de la manada y apenas podía mantenerme en pie cuando terminé. Odio mi vida.

No he sabido nada de Jasmine en todo el día, probablemente todavía se estaba recuperando de la noche de ayer. La loba lo siente más cuando su pareja tiene sexo con otra loba. Me sentí tan triste por ella y eso sólo alimentó mi determinación de liberarme de esta manada cruel que me ha considerado inútil.

Al oír voces, salí de mis pensamientos y traté de hacerme pequeña por instinto. Probablemente era hora de comer, mi estómago gruñó de nuevo aunque sé que no comeré nada hasta la noche. Le sentí antes de verle y me quedé quieta al sentirle acercarse más a mí, no me atrevo a levantarle la vista si no quiero más problemas para mí.

Me levantó la barbilla y me miró a los ojos, me sonrió malvadamente y sentí que me zumbaban los oídos antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando. Me dio una bofetada. Ni siquiera hice nada malo y él me abofeteó, oí que la gente a mi alrededor se reía burlonamente.

—¿Te atreves a estar en la misma habitación que yo y mirarme a los ojos, zorra? Qué te he dicho sobre la falta de respeto y las consecuencias que conlleva—, me gruñó enfadado y me agarró la barbilla hasta el punto de que empezó a dolerme.

Las lágrimas corrían por mi rostro y Jasmine gemía por lo bajo en mi cabeza, su compañero la estaba lastimando y ella ni siquiera podía comunicarse con su lado lobo porque tenía que permanecer oculta por nuestra seguridad. Ella retrocedió al fondo de mi mente, dejándome solo para enfrentarme a este monstruo. Supongo que ahora estoy solo.

—Necesito enseñarte una lección que te pondrá permanentemente en tu lugar, una lección que debería haberte enseñado antes. Estarás lista para mí esta noche, te tomaré como quiera y tú lo aceptarás como la puta que eres. Asegúrate de limpiar bien después de mi coronación esta noche, yo me encargaré de ti y los demás podrán tener su turno—, dijo y sonaron fuertes vítores en la sala.

No podía creer lo que oía. Me iba a violar, me iba a violar, son gente horrible pero nunca nadie se atrevió a quitarme mi inocencia . Lo he perdido todo, no puedo perder la única dignidad que me queda.

Sentí asco y ganas de vomitar por dentro, ¿cómo puede alguien ser tan vil y cruel? ¿Dijo que quería violarme y todos lo aclamaron? Freya estaba en la habitación cuando lo dijo y no tuvo ningún problema con eso?. Simplemente genial.

Dijo justo después de su coronación, necesito irme tan lejos de aquí como pueda, no puedo seguir así.Esta manada está jodida y me niego a seguir viviendo así, prefiero volverme rebelde que vivir en una manada que no tiene piedad por quien una vez fue parte de ellos En poco tiempo se fueron y yo caí al suelo, todavía estaba en shock por lo que vi y escuché. Iba a quebrarme por completo y luego entregarme a sus amigos para que me humillaran, no esperaré a que eso suceda.

Te protegeré, Jas. Nos protegeré, no dejaré que nadie te manche, prefiero morir corriendo, eran mis pensamientos mientras finalmente encontraba fuerzas para abandonar mi posición en el suelo y me dirigía al sótano.

Esta noche. ¡Tengo que irme esta noche!