Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido CapÃtulo 191
CapÃtulo 191 Resultó que eran dos jóvenes guapos empujando un carro hacia ellas. En el carro habÃa rosas rojas y románticas, y al lado se encontraban una variedad de licores básicos y utensilios para hacer cócteles. Una vez que llegaron frente a ellas, cada uno sostenÃa un ramo de flores y se arrodillaron para entregárselos a Bella y a Elena. A las dos princesas, les deseamos una noche agradable aquÃ. Sus acciones hacÃan que Bella se divirtiera y le pareciera entretenida. Gracias. respondió Bella mientras recibÃa las flores. Elena también tomó las flores y sonrió a Bella, diciendo: -Ellos son bartenders profesionales que han participado en competencias. ¡Ahora van a prepararnos cócteles en vivo! Oh, pensé que habÃas traÃdo a unos chicos guapos para acompañarnos. voz audible para Elena. susurró Bella en -También hay chicos guapos, pero considerando nuestro estado civil, pensé que no serÃa apropiado. Sugirió Elena en voz baja-. ¿Qué tal si busco un para acompañarte? Bella fingió pensar por un momento y respondió: -Déjalo, cuando me divorcie, podrás buscarme una docena. -¿Una docena es suficiente? Mejor dos docenas entonces. Entre risas, uno de los bartenders dijo: -Dado que son dos hermosas damas, vamos a prepararles dos copas de “Embriaguez de Belleza“, ¡les aseguro que serán hermosas y deliciosas! Antes de preparar los cócteles, comenzaron un espectáculo elaborado de coctelerÃa. Las botellas y las copas danzaban en sus manos, y en las copas se encendÃa una llama azul tenue. VestÃan camisas negras y pantalones a juego, con piernas largas y delgadas. Desabrocharon un par de botones de sus camisas, mostrando ligeramente sus pectorales, y con sus movimientos elegantes al hacer los cócteles, era imposible apartar la mirada de ellos. A su alrededor, muchos estaban cautivados y disfrutaban de su actuación. No es de extrañar que Elena dijera que era un espectáculo especial del bar, realmente era único y agradable a la vista. Cuando les sirvieron dos co una botella de cerveza. de “Embriaguez de Belleza“, Bella y Elena ya habÃan terminado -La cerveza solo es el aperitivo, los cócteles son nuestro plato principal. ¡Vamos, brindemos! Dijo Elena elegantemente mientras levantaba su copa de tallo alto y chocaba con la de Bella. En ese momento, con la iluminación, las bebidas y la compañÃa de buenos amigos, Bella estaba de muy buen humor. Salud! -brindó alegremente. En una mesa del segundo piso, Manuel estaba llamando a varios amigos para que se unieran a ellos. Eran alrededor de diez hombres y mujeres, todos disfrutando de las bebidas y charlando animadamente. Señorito González, mira qué guapo es ese bartender. ¡PodrÃas hacer que suban y nos hagan una actuación! -dijouna mujer coqueteando mientras se apoyaba en la barandilla. Manuel, sin prestar mucha atención, echó un vistazo hacia abajo y respondió: -¿Qué tiene de interesante? Solo son trucos para impresionar a las chicas. -Pero son guapos y realmente buenos, ¡como estrellas de cine jóvenes y atractivas! Señorito González, tienes miedo de que tu figura y apariencia no se puedan comparar con las suyas, por lo que no quiere llamarnos para actuar, ¿verdad? -replicó la mujer, intentando provocar a Manuel. -¿Yo no podrÃa competir con dos bartenders? -se enfadó Manuel de inmediato. Manuel siempre habÃa sido consciente de su apariencia, y simplemente no le interesaba la industria del entretenimiento. Pero con su apariencia, podrÃa fácilmente superar a la mitad de los chicos jóvenes famosos. Llamó al barman y señaló hacia abajo, diciendo: Traigan a esos dos… Antes de que pudiera terminar la frase, Manuel se dio cuenta de que la figura sosteniendo una copa de cóctel frente al barman le resultaba familiar. Se inclinó hacia la barandilla. La iluminación del bar era tenue y el barman estaba jugando con algunas llamas, lo que dificultaba ver con claridad para Manuel. Decidió sacar su teléfono y acercarlo para ver mejor. Y, de hecho, jera Bella! ¿Qué estaba haciendo aquÃ? Recordó que la última vez que se grabó el vÃdeo de ella tocando la baterÃa, ella también estaba en el bar. ¿Pedro lo sabÃa? Señorito González, ¿vas a llamar a dos bartenders o a dos chicas guapas? -bromeó alguien al verlo mirar a una chica en su teléfono. ¡Aléjense, dejen de molestar! Al confirmar que Bella estaba allÃ, Manuel se emocionó. Tomó una foto y luego se alejó a un lugar más tranquilo para llamar a Pedro. Cuando Pedro respondió, Manuel preguntó: -Hermano Pedro, a esta hora, ¿todavÃa estás en la oficina? -¿Qué quieres?-respondió Pedro con frialdad. Manuel suspiró y dijo: Hermano Pedro, no puedes estar siempre centrado en el trabajo. ¡ Debes reservar algo de tiempo para estar con tu esposa! -Dime de qué se trata o cuelga. -respondió Pedro impaciente.
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